Un agradable día soleado nos acompañó el domingo 24 para realizar otra tribu Amadahi Apachu. En esta ocasión fueron nueve las familias que vinieron a disfrutar de la naturaleza con nosotras, muchas de ellas ya eran veteranas y no perdieron la ocasión de poder repetir experiencia. Especial mención merecen esas abuelas y abuelos que también se animaron a ver como sus nietas y nietos disfrutan y tienen sus primeros contactos y aprendizajes en la naturaleza, además de eso alguno tuvo que ayudarnos con algún que otro contratiempo con las llaves (muchas gracias si nos estás leyendo)
Comenzamos con un recibimiento en la «Campa da Marola» en la que hicimos una dinámica de presentación para crear buen ambiente y que las familias nuevas pudieran integrarse rápidamente para disfrutar de un día agradable. En la segunda ronda de la dinámica ya comenzaron las risas y el buen ambiente.
Aprovechando que recientemente ha comenzado la primavera durante el camino hacia «Madrigueras» (otro de nuestros rincones especiales) las familias fueron recogiendo sus tesoros primaverales, allí, en «Madrigueras», esperándonos teníamos una propuesta con harina de mandarina, utensilios de cocina variados: tazas, coladores, cucharas, vasitos …, y también flores. La propuesta era que pudiesen experimentar con texturas, trasvases e integrar la naturaleza. Una vez allí la mayoría en su juego se interesaron por la escalada y muchos fueron los que quisieron desafiar su motricidad y escalar por las paredes de «Madrigueras»
Vuelta a «Campa da Marola» con muchísima hambre, que mejor paisaje que «La Marola» para poder degustar múltiples ensaladas, pollo al curry, el pesto especial de Amadahi, bizcochos caseros … sin lugar a dudas todos estos manjares contribuyeron a crear un muy buen ambiente durante la comida.
La hora de marcharse se acercaba y tocaba el turno a una propuesta conjunta de elaboración de un mandala donde cada familia iba dejando un tesoro de los que habían recogido por el camino acompañado de lavanda, camelias y hojas que nosotras habíamos preparado. La creación y la colocación de los elementos como no podía ser de otra manera era libre y cada persona nos regaló una palabra para darle sentido a la jornada: amor, reencuentro, naturaleza, alegría, azul …
Mil gracias a todos y cada una de vosotras y vosotros por vuestra alegría y compañía durante esta jornada. A continuación nuestras palabras para esas niñas y niños que compartieron juego, alegría y aprendizaje:
Lara: escaladora
Zoe: juego atento, niña cascabel
Pedro: corazón fuerte
Erea: hada del bosque
Marc: aventurero ciclista
Álvaro: sueños plácidos
Xoel: niño duende
Lucas: observador de insectos
Adara: niña de la tierra
Elba: bebé de paz, sonrisa eterna
Arik: amigo de los gatos
Darío: dulzura y perseverancia
Perro Wally: centro de mimos y caricias de los más pequeños.