Así fue la tribu apachu 28 de Abril

Después de toda una semana de mal tiempo, el domingo amaneció soleado y las familias que tenían que traernos un frasco con agua especial para ellos, se animaron a venir a compartir unas horas en la naturaleza con la tribu de Amadahi Apachu.

Poco después de la hora de inicio ya se encontraban con nosotras 8 niñ@s con edades comprendidas entre los 7 meses y los 5 años, algunos de ell@s dejaban entrever sonrisas nerviosas, un lugar nuevo y la expectativa de que iría a suceder durante la jornada.

Pronto llegó la bienvenida que se realizó en escuela y comenzó la elaboración de collares portadores de nombres ¿qué mejor manera de conocernos? a continuación y con la participación de toda la familia y usando hojas de magnolio, lanas, rotuladores … comenzaron a escribir sus nombres.

Aprovechando este tiempo y ante el interés que el proyecto de Amadahi suscita en las familias se hizo un breve presentación sobre las actividades dirigidas a las edades de los asistentes, así que charlamos sobre Apachu y sobre las tribus amadahi Apachu aclarando las dudas que surgían.

Antes de arrancar con la ruta que teníamos preparada hicimos a todos partícipes de diferentes dinámicas de presentación, tanto a través de la palabra como a través de los movimientos haciendo a todos conscientes del lugar en el que estaban y de la fragilidad, olor y sensaciones que nos llegaban a través de las camelias.

En la ruta del asombro nos dirigimos hacia el mágico árbol caído, aunque, como no podía ser de otra manera nos encontramos con una agradable sorpresa, unos vecinos de Amadahi con los que nos encontramos nos invitaron a conocer a su cerdo, así que allá fuimos, no íbamos a dejar pasar la oportunidad.

A continuación continuamos la ruta y ¡sorpresa!, al llegar al árbol caído nos estaban esperando propuestas de minimundos, tules y pañuelos con los que no tardaron en empezar a jugar. Pronto, los más mayores comenzaron a trepar por el árbol caído, los más pequeños observaban y después de un pequeño análisis algunos se atrevieron a intentarlo.

propuesta de minimundos

 

En ese mismo lugar contamos la historia de los gnomos y hadas que vivían en ese árbol caído y que como todas las primaveras necesitaban realizar su poción mágica, fue el momento de sacar sus frasquitos con agua especial que con mimo y cariño habían traído para la ocasión y con ellas, con palitos removedores y con flores variadas ayudaron a nuestros protagonistas a que esta primavera no se quedaran sin poción mágica.

haciendo la poción mágica

Ya cansados y de vuelta a la escuela tocó disfrutar de la comida compartida y, como siempre, se produjo ese momento especial en el que entre los asistentes crean tribu, múltiples conversaciones sobre lactancia, maternidad, educación alternativa … todo con la tranquilidad que el lugar transmitía en esa mañana de sol.

De regalo y antes de marcharse nos dejaron unas palabras para el recuerdo: pócima, hadas, magia, naturaleza, agua, sol, palitos removedores

Nosotras que también queríamos que se llevasen el recuerdo del bosque y de la magia para casa les hicimos entrega de fotos de momentos de juego que l@s niñ@s habían tenido durante la mañana en Amadahi.

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